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Esos aparatos del demonio

Mis notas sobre lo que voy leyendo de ordenadores y periféricos

lunes, marzo 27, 2006

Interfaz dentista-máquina 


Hoy tuve que ir al dentista a hacer una revisión de las encías. (Disculpen los escabrosos detalles personales.) Mientras desenrollaba un cable, la dentista me avisó de que iba a utilizar un sistema nuevo, una sonda digital. El proceso era el siguiente: le daba a una tecla y me pinchaba con la sonda, que iba "cantando" los valores de la medida: es decir, con cada lectura el ordenador reproducía una voz (femenina) que iba dicendo los valores medidos.

Me llamó mucho la atención esa sencilla pero ingeniosa utilización de la voz humana en el interfaz. Antes, la doctora iba midiendo con la sonda y le decía los valores a su asistente, que los iba apuntando. Ahora sólamente es necesaria una persona que maneje la sonda y el ordenador hace de asistente, diciendo los valores para comprobar si hay errores sin necesidad de que el dentista tenga que mirar la pantalla. Además, de esta forma ya están digitalizados los valores.

Tras acabar el proceso de medida, en la pantalla se muestra una imagen de los dientes con dibujos que muestran muy gráficamente las medidas obtenidas. A continuación la dentista iba seleccionando ciertos dientes y pulsaba un botón: la voz femenina y metálica decía: "Sangrado", "Sangrado"... Aquello parecía el "Hundir la flota": me daba la impresión de que en cualquier momento iba a decir "Hundido" :-)

Pero el interfaz no quedaba ahí. La siguiente exploración consistía en mirar dónde tenía placa bacteriana. Para esto todavía no deben de tener sonda digital, así que el proceso era que la dentista iba mirando cada diente y le daba a un pedal con varios pulsadores: en función de que hubiese placa o no, símplemente pasaba al siguiente o la ya familiar voz femenina anunciaba: "Placa".

Al final del proceso me dieron unas hojas que reflejan por impreso los resultados, con una calidad impresionante en los dibujos de los dientes y todo muy clarito.

La verdad es que me pareció una aplicación muy lograda. Algún temor atávico hace que me den algo de mal rollo los ordenadores que hablan -¡y encima en el dentista!-, pero aquí estaba plenamente justificado. Y eso que la aplicación corría sobre Windows: mira que si le llega a dar un pantallazo azul... Igual en vez de azul era rojo de "Sangrado" ;-)

Seguro que les costó una pasta... y seguro que con cuatro más que les cobren lo que me cobraron a mí, lo amortizan. ¡Dentistas!

Comentarios:

Me ha gustado el post, solo ha faltado un scaneado de esos resultados. Solo por curiosidad, seré cotilla...
Eso es demasiado personal para este blog :-)
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