domingo, enero 29, 2006
Pequeñas experiencias con Mac OS X
Como acabo de contar, ayer estuve unas horas trabajando sobre un Mac OS X, esa supuesta maravilla de la usabilidad. A mí no me lo pareció.
Por supuesto, yo llevo muchos años utilizando Windows y Linux (primero con fvwm, luego con KDE y últimamente con Gnome) sobre un PC, así que de lo que hablo no es de usabilidad para un recién llegado a la informática sino para alguien que ya tiene las expectativas y los vicios de muchos años utilizando otros sistemas.
Abstrayéndome, yo encuentro los tres sistemas igual de usables: las diferencias que podría haber hace años ya no son tantas. Lo de ahora no son más que cuestiones de detalle. Aunque los detalles pueden ser incordiantes...
Por ejemplo, acabé la noche harto de intentar pinchar con el botón derecho del ratón. Sí, ya sabía antes de sentarme que eso en Mac se consigue pulsando Control y el único botón del ratón (no era un Mighty Mouse de esos), pero los años de inercia no se borran en unas horas.
También me resultó incómodo, cuando navegaba con el teclado, moverme por el Finder: Backspace no subía de carpeta, cuando le daba a Enter en una carpeta intentaba cambiarme el nombre en lugar de entrar en ella...
Y lo de minimizar ventanas... Yo en Windows tiro mucho de Tecla Windows+h para mostrar el escritorio. En Mac OS X, con Comando+h se oculta la ventana en la que estás. Para volver a la ventana, en Widows utilizo Alt+Tab; en el Mac vuelves a la aplicación, pero si tenías la ventana minimizada no aparecía.
Y el Dock... En una palabra: basura. Muy bonito, pero infinitamente más inútil que la barra de tareas de Windows o un escritorio de Linux. No ves el número de ventanas que tienes abierta por aplicación (por supuesto, odio eso de que se acumulen ventanas de la misma aplicación y siempre lo deshabilito) y mezcla las aplicaciones que tienes abiertas con las que puedes abrir, con la única diferencia de un triangulito abajo.
Por supuesto, tampoco me acostumbré a la barra de menú única para todas las aplicaciones.
Cuando me puse con la línea de comandos, me encontré más cómodo: un shell de toda la vida. Pero también tuve mis problemas. Por ejemplo, cuando conectas el iPod te crea un enlace en el escritorio, pero ese enlace no es accesible desde la línea de comandos. Así que tuve que buscar donde lo montaba. Creo recordar que estuve buscando un fichero fstab y tampoco lo encontré. Al final con el mount descubrí que estaba en /Volumes.
Resumiendo: lo que vi fue algo muy parecido a Windows o Linux, un poco más espectacular al minimizarse las ventanas, y lo suficiente distinto como para encontrarme incómodo. En cualquier caso, no encontré en la gestión de ventanas nada que suponga tampoco para un novato una facilidad mayor que un Windows o un Linux actual.
Por supuesto, yo llevo muchos años utilizando Windows y Linux (primero con fvwm, luego con KDE y últimamente con Gnome) sobre un PC, así que de lo que hablo no es de usabilidad para un recién llegado a la informática sino para alguien que ya tiene las expectativas y los vicios de muchos años utilizando otros sistemas.
Abstrayéndome, yo encuentro los tres sistemas igual de usables: las diferencias que podría haber hace años ya no son tantas. Lo de ahora no son más que cuestiones de detalle. Aunque los detalles pueden ser incordiantes...
Por ejemplo, acabé la noche harto de intentar pinchar con el botón derecho del ratón. Sí, ya sabía antes de sentarme que eso en Mac se consigue pulsando Control y el único botón del ratón (no era un Mighty Mouse de esos), pero los años de inercia no se borran en unas horas.
También me resultó incómodo, cuando navegaba con el teclado, moverme por el Finder: Backspace no subía de carpeta, cuando le daba a Enter en una carpeta intentaba cambiarme el nombre en lugar de entrar en ella...
Y lo de minimizar ventanas... Yo en Windows tiro mucho de Tecla Windows+h para mostrar el escritorio. En Mac OS X, con Comando+h se oculta la ventana en la que estás. Para volver a la ventana, en Widows utilizo Alt+Tab; en el Mac vuelves a la aplicación, pero si tenías la ventana minimizada no aparecía.
Y el Dock... En una palabra: basura. Muy bonito, pero infinitamente más inútil que la barra de tareas de Windows o un escritorio de Linux. No ves el número de ventanas que tienes abierta por aplicación (por supuesto, odio eso de que se acumulen ventanas de la misma aplicación y siempre lo deshabilito) y mezcla las aplicaciones que tienes abiertas con las que puedes abrir, con la única diferencia de un triangulito abajo.
Por supuesto, tampoco me acostumbré a la barra de menú única para todas las aplicaciones.
Cuando me puse con la línea de comandos, me encontré más cómodo: un shell de toda la vida. Pero también tuve mis problemas. Por ejemplo, cuando conectas el iPod te crea un enlace en el escritorio, pero ese enlace no es accesible desde la línea de comandos. Así que tuve que buscar donde lo montaba. Creo recordar que estuve buscando un fichero fstab y tampoco lo encontré. Al final con el mount descubrí que estaba en /Volumes.
Resumiendo: lo que vi fue algo muy parecido a Windows o Linux, un poco más espectacular al minimizarse las ventanas, y lo suficiente distinto como para encontrarme incómodo. En cualquier caso, no encontré en la gestión de ventanas nada que suponga tampoco para un novato una facilidad mayor que un Windows o un Linux actual.
Comentarios:
Hombre, tu mismo lo dices: "alguien que ya tiene las expectativas y los vicios de muchos años utilizando otros sistemas". A mí al principio me pasaba lo mismo, acostumbrado tras muuuchos años a Windows, no conseguía hacer nada con un Mac. Pero tras pasar un par de meses, ahora encuentro la forma de actuar de Windows irritante, y la del Mac mucho más coherente.
El tema del botón derecho cuesta al principio, pero la solución es tan sencilla como enchufar un ratón de dos botones. El Finder es sorprendentemente sencillo cuando te acostumbras... por cierto, para entrar en carpeta es Cmd+O (de Open), eso sirve para abrir una carpeta, un documento, etc., es el equivalente de Enter en Windows.
Para mostrar el escritorio, F11. El Mac hace una distinción tremenda entre "aplicación" y "ventana", por eso regresa a la aplicación pero no necesariamente a la ventana. Es consecuencia del enfoque de Apple, que nunca aceptó la ventana como "contenedor de la aplicación", sino como sirviente de la misma, al contrario de Windows. Sí, realmente cuesta acostumbrarse, como cuando cierras una ventana pero la aplicación sigue ejecutándose, pero cuando captas la diferencia todo resulta mucho más lógico que en Windows, en el que muchas veces cerrar una ventana implica cerrar la aplicación, y si querías cerrar el documento actual y comenzar uno nuevo tienes que reabrir el programa.
El Dock es cuestión de asumir que NO es una barra de tareas de Windows, que funciona totalmente distinto. Eso sí, la verdad es que una barra de tareas que imitara a la de Windows sería muy bien recibida, es una de las características de Windows que más me gustan.
Y la barra de menú única es una maravilla: te permite identificar claramente qué aplicación tienes activa sin necesidad de maximización y, sobre todo, te permite acceder a ella con total velocidad y precisión, Ley de Fitts en acción. Lo que me parece absurdo es que cada ventana tenga que tener su menú, malgastando espacio y obligando a afinar la puntería... pérdida de tiempo y un concepto absurdo.
Creo que has tenido una mala impresión del Mac porque no se comportaba como tú esperabas es decir, no se comportaba como Windows. Es lo mismo que les pasa a muchos con Linux: que no les gusta porque no es exáctamente igual que Windows. Pero precisamente esa es la fuerza del Mac: Que no es Windows ni pretende serlo, sino que sigue su propio camino que, cuando llevas un tiempo usándolo, resulta extremadamente cómodo y sencillo.
El tema del botón derecho cuesta al principio, pero la solución es tan sencilla como enchufar un ratón de dos botones. El Finder es sorprendentemente sencillo cuando te acostumbras... por cierto, para entrar en carpeta es Cmd+O (de Open), eso sirve para abrir una carpeta, un documento, etc., es el equivalente de Enter en Windows.
Para mostrar el escritorio, F11. El Mac hace una distinción tremenda entre "aplicación" y "ventana", por eso regresa a la aplicación pero no necesariamente a la ventana. Es consecuencia del enfoque de Apple, que nunca aceptó la ventana como "contenedor de la aplicación", sino como sirviente de la misma, al contrario de Windows. Sí, realmente cuesta acostumbrarse, como cuando cierras una ventana pero la aplicación sigue ejecutándose, pero cuando captas la diferencia todo resulta mucho más lógico que en Windows, en el que muchas veces cerrar una ventana implica cerrar la aplicación, y si querías cerrar el documento actual y comenzar uno nuevo tienes que reabrir el programa.
El Dock es cuestión de asumir que NO es una barra de tareas de Windows, que funciona totalmente distinto. Eso sí, la verdad es que una barra de tareas que imitara a la de Windows sería muy bien recibida, es una de las características de Windows que más me gustan.
Y la barra de menú única es una maravilla: te permite identificar claramente qué aplicación tienes activa sin necesidad de maximización y, sobre todo, te permite acceder a ella con total velocidad y precisión, Ley de Fitts en acción. Lo que me parece absurdo es que cada ventana tenga que tener su menú, malgastando espacio y obligando a afinar la puntería... pérdida de tiempo y un concepto absurdo.
Creo que has tenido una mala impresión del Mac porque no se comportaba como tú esperabas es decir, no se comportaba como Windows. Es lo mismo que les pasa a muchos con Linux: que no les gusta porque no es exáctamente igual que Windows. Pero precisamente esa es la fuerza del Mac: Que no es Windows ni pretende serlo, sino que sigue su propio camino que, cuando llevas un tiempo usándolo, resulta extremadamente cómodo y sencillo.
Yo, la verdad es que pienso más como Mago, más bien son sistemas diferentes, no que la usabilidad de MacOS X sea peor, seguramente un usuario de MacOS cuando coja un PC se cagará en los muertos que parió a ...
En fin, cuestión de enfoque ¿no?
En fin, cuestión de enfoque ¿no?
Muchas gracias por las explicaciones, Mago.
Josera, yo no creo que Mac tenga mala usabilidad, lo que digo es que es similar a la de Windows o Linux. Por ejemplo, que haya un menú único tiene sus ventajas objetivas (las que cuenta Mago) pero también sus desventajas objetivas. Por ejemplo, si tienes una ventana que no está maximizada y estás haciendo algo en ella, si tienes el menú en la propia ventana lo tienes más cerca; otro ejemplo: lo de Cmd+O para abrir lo que sea está bien desde el punto de vista de la consistencia del interfaz, pero yo a return le doy con una sola mano.
En cualquier caso, lo que quería decir era eso: que son detalles que irritan cuando no estás acostumbrado, pero que no son importantes ni para bien ni para mal.
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Josera, yo no creo que Mac tenga mala usabilidad, lo que digo es que es similar a la de Windows o Linux. Por ejemplo, que haya un menú único tiene sus ventajas objetivas (las que cuenta Mago) pero también sus desventajas objetivas. Por ejemplo, si tienes una ventana que no está maximizada y estás haciendo algo en ella, si tienes el menú en la propia ventana lo tienes más cerca; otro ejemplo: lo de Cmd+O para abrir lo que sea está bien desde el punto de vista de la consistencia del interfaz, pero yo a return le doy con una sola mano.
En cualquier caso, lo que quería decir era eso: que son detalles que irritan cuando no estás acostumbrado, pero que no son importantes ni para bien ni para mal.